El ayuno intermitente no es algo nuevo, se ha realizado para mejorar la salud por las diferentes culturas desde hace milenios. Hoy sin embargo, se conoce su mecanismo de acción celular. El ayuno tiene una base científica que demuestra que su práctica supervisada ayuda a depurar toxinas, desinflamar los intestinos y a mejorar el tránsito lento.
Comer nos ayuda a crecer y ayunar a reparar. El mayor activador de la autofagia es el ayuno.
¿Qué es la autofagia?
Se pone en marcha a partir de las 16 horas al no comer.
Es la capacidad de limpiar celularmente. Se destruyen los orgánulos subcelulares y se reconstruyen otros para reemplazarlos.
Evita la acumulación de proteínas viejas, como ocurre en el Alzheimer o el Cáncer, enviándolas al lisosoma, que es el orgánulo especializado que contiene enzimas para degradarlas.
La autofagia se desactiva cuando comemos e incluso tomando algunos aminoácidos ramificados. Sí permite beber agua, alguna grasa saludable ecológica como el aceite de coco de primera presión en frío o la mantequilla guee, café o té kukicha eco.
El ayuno además de estimular la autofagia, sustituyendo piezas celulares, también estimula la hormona de crecimiento, lo que supone la formación de nuevos tejidos.
Es una herramienta, no una dieta y previene de enfermedades hepáticas, intestinales, cardiovasculares, cáncer, diabetes, obesidad, adicciones, trastornos neurológicos, psicológicos y un largo etc…
Cuando ayunamos el glucagón aumenta, estimulando la autofagia y disminuyendo la insulina.
Existen muchos tipos de ayuno: de 12h, de 16h, de 24h, de 4 días con agua…y otros de más larga duración.
Se considera una práctica revolucionaria que atenta contra el valor que más impera en nuestra sociedad: el consumismo. Ayunar provoca reacciones encontradas, nunca indiferencia. Es una propuesta que agita nuestras consciencias y, por supuesto, también nuestros cuerpos.
Ayunar nos ayuda no sólo a mejorar nuestro cuerpo y cerebro también nuestro campo energético.
Pero lo cierto es que el hombre es el único animal que aun estando enfermo sigue comiendo.
Ayunar requiere de una preparación, supervisión profesional y cambios en el estilo de vida.
Hay ciertos ayunos que no son agresivos ni tampoco radicales, pero en determinadas situaciones de salud particulares, pueden no ser recomendables. Los ayunos deben de realizarse de forma progresiva y deben estar supervisados por un profesional de la salud con preparación sobre los mismos.