Dietética-Nutrición:
Ciencia que se ocupa de los alimentos a ingerir en función de las condiciones de las personas. Aplicada en personas con patologías o desequilibrios hablamos concretamente de «Dietoterapia».
Existe una dieta específica para cada persona, necesidad, patología y momento vital.
Es esencial tener equilibrio intestinal para tener buena salud. Está demostrado científicamente que el intestino está conectado al cerebro y sabemos que cuando el intestino no funciona bien, también sufre el sistema de defensas, el neurológico y el endocrino.
Las células disponen de un sistema reparador y el objetivo es estimular a éste para que disponga de los medios biológicos necesarios.
Existen manifestaciones de sufrimiento celular no detectables mediante análisis de sangre que están relacionados con carencias nutricionales y no afectan a la integridad del órgano, son los llamados «trastornos funcionales», cuando no se corrigen estos trastornos entonces, aparecen los signos patológicos.
Sufrimos ciertas condiciones largo tiempo en nuestras vidas con las que convivimos como si fueran parte de nosotros y fueran algo a lo que debiéramos adaptarnos. Algunos ejemplos: estreñimiento, migrañas, dolores menstruales, malas digestiones, amigdalitis, resfriados de repetición, acné, insomnio, hinchazón abdominal, cansancio. No tenemos por qué vivir con ello, podemos intervenir en recobrar la salud.
Las moléculas de bioenergía más importantes e indispensables para el funcionamiento celular son los biocatalizadores. Moléculas pequeñas que activan reacciones químicas de las células, las vitaminas, los minerales, los oligoelementos y los aminoácidos, que se aportan con la nutrición y con la suplementación (micro y macronutrientes).
Elaboro Dietas:
- Low carb
- Dieta equilibrada
- Paleo
- Cetogénica
- Deportiva
- FODMAP
- Vegana
- Vegetariana
- Flexivegetariana
- Alcalinizante
- AIP (autoinmune)
- Baja en histamina
- Embarazo
Suplementación nutricional:
Son sustancias complementarias a la dieta como vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos y otros como los adaptógenos, probióticos y plantas, etc.., que se añaden a una alimentación equilibrada o una dieta específica, con el fin de mantener una óptima salud, así como prevenir o tratar trastornos funcionales y enfermedades.
La toma de suplementación es debida a deficiencias de la vida moderna por empobrecimientos de suelos, metales pesados, pesticidas, microplásticos, fármacos, drogas, la falta de luz o por el estrés.
¿Cómo trabajo?
Cada persona requiere de una alimentación y una suplementación diferente. Me centro en conocer el terreno, tipología y constitución de la persona para ejercer la individualidad terapéutica.
En función del estilo de vida se han observado e identificado diferentes cuadros biológicos es decir, distintos terrenos diferenciados con trastornos funcionales característicos que expresan alteraciones más profundas.
El objetivo es restaurar el poder potencial que tiene la célula.
En la consulta utilizo una herramienta innovadora que completa mi experiencia, que dispone de cuestionarios médicos individualizados detallados y completos que identifican las carencias de nutrientes y los excesos de cada perfil bioquímico. Protocolo eficaz en las primeras semanas.
Las debilidades metabólicas se manifiestan de diferente manera en un organismo u otro, en forma de reducción de capacidad inmunitaria, en incremento de peso, diabetes, síndrome polimetabólico, desmineralizado, entre otros.
Revela con precisión dónde están los desequilibrios y debilidades metabólicas de las que no somos conscientes, aportando una visión panorámica de nuestra salud en un momento determinado por causas de capital genético, medio ambiente, estilo de vida y alimentación.
Permite adaptar el tratamiento y la duración en función de la evolución de la mejora de salud.
Tratamientos dietéticos-nutricionales con suplementación:
Tratamientos para trastornos funcionales y enfermedades:
Sobrepeso, obesidad, estreñimiento, diarrea, permeabilidad intestinal, síndrome del colon irritable, colitis ulcerosa, Crhon, candidiasis, trastornos del sueño, nerviosismo, ansiedad, astenia, depresión nerviosa, estrés agudo y crónico, cansancio, función cognitiva, memoria, migrañas, fibromialgia, fatiga crónica, embarazo, osteoporosis, disbiosis intestinal, asma alérgico y dermatitis.
Precio: 70 € / Sesión Online o Presencial
La idea clave es que los órganos y sistemas se interrelacionan y comunican, y toda influencia o variable que impacta en uno de ellos es susceptible de influir en el resto, tanto en el ámbito de la salud como en el de la enfermedad.
La alimentación y la higiene constituyen el eje de la terapia. Por consiguiente, es crucial un ecosistema intestinal equilibrado.
Nuestra salud también depende en gran parte de nuestras bacterias intestinales y cada uno de nosotros tenemos una microbiota única, siendo sólo 1/3 común a la mayoría de la gente y son predominantes los lactobacilus y las bifidobacterias en un 85%.
Distintos son los factores que pueden llevar a cambios en la composición microbiana, entre ellos el estrés, los fármacos, la mala alimentación, enfermedades digestivas crónicas, fármacos, drogas y producir un desequilibrio de las bacterias que inhiban las bacterias beneficiosas y generando diferentes tipos de «Disbiosis intestinales».
La Disbiosis se corresponde a un terreno biológico característico de trastornos digestivos de tránsito: diarrea, estreñimiento, síndrome de colon irritable, insuficiencia digestiva o hepato-biliar, candidiasis.
Tratamientos para equilibrar la microbiota y la mucosa intestinal según el tipo de Disbiosis:
Disbiosis putrefactiva (proteolítica)
Disbiosis fermentativa
Diosbiosis deficiente en microflora
Disbiosis mixta extensiva
Disbiosis por candidiasis mucosal
Disbiosis por disfunción enzimática
Disbiosis de intestino delgado por sobre crecimiento (SIBO).
Para identificar el tipo de Disbiosis, realizar el diagnóstico y el tratamiento utilizo un cuestionario de 49 preguntas, además de recurrir cuando lo requiere, a una analítica sanguínea de un laboratorio externo.
Tratamientos para tratar la salud mental:
El estrés agudo o crónico, la ansiedad, los trastornos del sueño, la depresión nerviosa, la memoria y el rendimiento cognitivo.
El estrés mantenido en el tiempo desajusta el equilibrio interno provocando liberación de adrenalina y/o cortisol, afectando de forma más o menos grave a nuestro sistema neurológico, hormonal e inmunológico.
Cuando esto sucede, gastamos las reservas energéticas del organismo, magnesio, vitaminas del grupo B y aminoácidos, oligoelementos…
Dependiendo de cómo respondemos ante el estrés, nuestro perfil es hipotónico o hipertónico, lo que significa que la ruta metabólica afectada es diferente, una la dopaminérgica y la otra, la serotoninérgica. Es importante discernir cuál es la afectada para proporcionar la alimentación y adecuada suplementación.
Utilizo un cuestionario para diagnosticar y tratar al cliente que contrasto con la clínica y un análisis de sangre de aminoácidos y metabolitos intermedios de un laboratorio externo si lo requiere.
El tratamiento más completo e integral de 42 a 63 días:
- Valorización inicial del estado físico, mental, emocional mediante un cuestionario informatizado nutricional con experiencia, que identifica el terreno biológico dominante, sus desequilibrios y debilidades metabólicas.
- Recomendaciones alimentarias y dieta personalizada.
- Eliminación de toxinas (higiene integral celular) y reestructuración específica con micronutrición (suplementación nutricional) en función del trastorno de salud.
- Coaching/Psicoterapia emocional si lo requiere. Es opcional.
El objetivo del tratamiento es devolverle al organismo su óptimo potencial funcional, primero limpiando y segundo reestructurando (reparando).
«Las células disponen de un sistema reparador, un médico interno, y el objetivo es estimular a éste».
– Marisa Núñez